SU PARTICIPACION EN LA FORMULA 1

En el año 1947 viajó a Europa con apoyo del Automóvil Club Argentino. Ese año y el siguiente, Fangio participó en pocas competencias. En 1949 ganó cinco Grandes Premios de los seis en los que estuvo presente.

Cuando se creó el Campeonato Mundial de Fórmula 1 en 1950, Fangio ingresó al equipo oficial de Alfa Romeo junto a Giuseppe Farina y Luigi Fagioli. ​ Logró su primer triunfo puntuable en Mónaco mientras que obtuvo otra victoria en el Circuit des Remparts de Angulema con Masserati. Se convirtió en subcampeón mundial de Fórmula 1 detrás de Farina al ganar el GP de Bélgica en Spa-Francorchams, el de Reims, el GP des Nations de Ginebra y el GP de Pescara.

Regresó a la Argentina y ese mismo año triunfó en el GP Ciudad de Paraná y en el GP Presidente Alessandri Palma en Chile, ambas con el Ferrari 125. Su última presentación del año ocurrió en la temporada navideña cuando intervino en las «500 Millas Argentinas» en Rafaela con Talbot-Lago. En total, obtuvo 11 victorias durante 1950 en las distintas competiciones en que participó.

En 1951, Fangio obtuvo su primer título mundial de F1​ conduciendo un Alfa Romeo 159 Alfetta y disputó 14 competencias en total. Al comienzo de la temporada, corrió para el equipo Mercedes-Benz en Argentina con el modelo W163 de preguerra y participó en dos pruebas europeas por invitación de Ferrari en Monza, de Gordini en París y en las «24 horas de Le Mans» con Talbot. Sus mayores rivales de esa temporada fueron José Froilán González y Alberto Ascari. ​ Fangio, Farina y Fagioli integraron el equipo oficial de Alfa Romeo durante el Campeonato Mundial de F1. En Silverstone, Farina logró la victoria mientras que Fangio triunfó en Montecarlo, Bélgica y Francia. ​ A lo largo de toda la competencia automovilista obtuvo el primer puesto en el GP de Suiza en Berna, el GP de Europa en Reims y el GP de España en el Circuito de Pedralbes de Barcelona.

En 1952 triunfó en el GP de Interlagos y en el GP «Quinta da Boa Vista» (ambos en Brasil). Tras correr en Irlanda con BRM, debió viajar a Italia para disputar una competencia en Monza al día siguiente con Masserati. En el tercer giro durante la curva de Lesmo, sufrió un grave accidente y debió permanecer internado casi cuatro meses, lo que generó rumores de que su carrera había llegado a un fin. ​

En Argentina, por su parte, tuvo la victoria del Premio Presidente Perón y del Premio Eva Perón. En Uruguay triunfó en dos carreras corridas en el Circuito de Piriápolis, ambas con un Ferrari 125.

Restablecido de su accidente, ganó una trepada de montaña en la Vue des Alpes en Suiza y el GP Supercortemaggiore de Merano con un Alfa Romeo. Poco después, integrando el equipo Masserati, superó en Monza a Ascari y Farina en la última curva, lo que lo convirtió en subcampeón del mundo en 1953.

Luego de obtener el primer lugar en la IV Carrera Panamericana con Lancia D24, a principios de la temporada de 1954 corrió en dos carreras puntuables con el Masserati 250F debido a que el Mercedes-Benz W196 aún no había sido terminado. Fue así como sumó sus primeros puntos para el Campeonato Mundial de F1 al ganar el GP de la República Argentina en el Autódromo de Buenos Aires y el GP de Bélgica en Spa-Francorchamps.

​Fangio firmó contrato con Mercedes-Benz a mediados de año al igual que Karl Kling, Hans Hermann y Hermann Lang. A bordo de una flecha plateada, continuó sumando puntos durante el Campeonato del Mundo al debutar con un triunfo en el GP de Francia en Reims y continuar en el GP de Europa en Nürburgring, el GP de Suiza en Berna y el GP de Italia en Monza

Logró su segundo título de Campeón del Mundo en 1954 luego de participar en ocho carreras puntuables, de las cuales ganó seis (tres de ellas con la vuelta más rápida). En total, obtuvo 57 de los 72 puntos en juego y aventajó a su escolta por 30 puntos.

Por su desempeño, fue distinguido como «deportista del año» y recibió el Premio Olimpia de Oro de la Asociación de Periodistas Deportivos de Argentina.

Conformó nuevamente el equipo Mercedes-Benz con Stirling Moss como compañero durante la temporada siguiente. El Campeonato Mundial de F1 de 1955 había sido programado con 11 pruebas puntuables en Argentina, Mónaco, Indianápolis, Bélgica, Países Bajos, Inglaterra, Italia, España, Francia, Alemania y Suiza.

Sin embargo, a causa de una tragedia automovilística acontecida en Le Mans, los organizadores de las carreras por el Campeonato del Mundo de España, Francia, Alemania y Suiza decidieron anularlas. De ese modo, la temporada de 1955 fue una de las más breves en la historia de F1 con solamente siete competencias. ​ Fangio venció en el GP de la República Argentina, el GP de Bélgica en Spa-Francorchamps, el GP de Países Bajos en Zandvoort y el GP de Italia en Monza.

De las seis carreras ganó cuatro, tres de ellas con la vuelta más rápida. Aventajó a su escolta con 41 puntos y a su compañero de equipo, Stirling Moss, por 18 puntos. ​ Sobre el Mercedes-Benz W196, Fangio comentó que «desde la primera prueba de 1954 con el Mercedes-Benz, tuve el sentimiento de estar sobre un auto perfecto, de esos del tipo que los pilotos soñamos correr algún día».

Además de ser el primer modelo de la escudería alemana que ganó un Gran Premio de Fórmula 1 tras la Segunda Guerra Mundial, el W196 introdujo al automovilismo tecnologías pioneras como el motor de inyección y la suspensión independiente. El modelo que condujo en 1954 fue subastado en 2013 por 22 millones de euros, la cifra más alta pagada por un vehículo en el mundo.

Sus otros triunfos fuera del campeonato ocurrieron en el GP Ciudad de Buenos Aires con Mercedes-Benz en la categoría de Fórmula libre, en el Premio Eiffel de Nürburgring, en el GP de Suecia de Kristianstad y por último, en el GP de Venezuela con Masserati 300 S.

En 1956, Mercedes-Benz se retiró de F1, por lo que Fangio firmó contrato con Ferrari. A lo largo de la temporada experimentó diversas fallas y problemas de organización que lo perjudicaron. Para permanecer en él, le exigió a Enzo Ferrari la asignación de un mecánico que asistiera su coche en exclusividad.

Marcelo Giambertone analizó en su libro algunos aspectos del torneo de 1956 y señaló que Enzo Ferrari deseaba que Peter Collins ganara el campeonato debido a que Inglaterra significaba un mejor mercado automovilístico que Argentina. La publicación de Giambertone generó el enojo de Ferrari, por lo que Fangio debió aclarar:

(Giambertone) fue un hombre muy ligero y cuando me habló del libro, acepté que lo hiciera… Pero no intervine en él y al leerlo me di cuenta de la intencionalidad de lo allí escrito y de la mención de dichos míos no ciertos, salvo aquella aclaración sobre la relación con Ferrari. Reconozco que al editarse el libro conteniendo mi firma, era lógico el disgusto de Ferrari.

La circunstancia que declinó su relación con Ferrari ese año fue la modalidad de la escudería que exigía que los mecánicos trabajasen en todas las máquinas del equipo. Fangio no tenía asignado ningún mecánico para su vehículo como solía tener en Mercedes-Benz y esa situación le resultó ilógica.

En Inglaterra, sufrió la rotura de un embrague y en Mónaco, debió ingresar en los boxes en la vuelta 42 tras rozar un cordón. En Italia, Peter Collins le cedió su máquina para que Fangio pudiera continuar de forma ventajosa en el Campeonato Mundial. Fangio recordó su buena actitud al señalar que «Collins sabía que tenía que ganar con récord de vuelta y en ese momento estaba tercero detrás de [Daniel] Musso. No obstante, la carrera no había terminado, pero de igual manera me dio su auto, gesto que nunca olvidaré».

Durante el Gran Premio de Bélgica, uno de los diferenciales de su Lancia-Ferrari se engranó, lo que motivó su abandono. Los inconvenientes continuaron con una pérdida de combustible en el tablero de instrumentos en el Gran Premio de Francia que lo llevó al cuarto puesto. Tras el incidente decidió renunciar al equipo, pero el nombramiento de un mecánico exclusivo para su máquina posibilitó su retorno. Logró remontar su puntaje durante los siguientes circuitos y al final de la temporada, había logrado seis victorias y cuatro segundos puestos.

Durante la temporada siguiente, abandonó la escudería Ferrari y se vinculó a la de Masserati. Ferrari manifestó irónicamente que «no tendremos a Fangio en 1957 porque no somos suficientemente ricos».​ Triunfó en el GP República Argentina, el GP de Mónaco, el GP de Francia en Rouen-les-Esasrts y el GP de Alemania en Nürburging en una destacada carrera con Peter Collins y Mike Hawthorn.24​ La competencia en Nürburging fue considerada una de las mejores de su vida ya que batió al equipo Ferrari en la última vuelta y logró su quinto y último título mundial.

Para el final del torneo, sumó 46 puntos contra 25 de Stirling Moss.32​ A pesar de la obtención del título, Masserati se retiró ese año. Fangio recibió múltiples reconocimientos luego de su desempeño, entre ellos el Trofeo al Conductor del Año del Gremio de Cronistas de Automovilismo Británico y la designación de Huésped de Honor de Alemania por el presidente Theodor Heuss.

Ganó su última carrera en febrero de 1958 cuando corrió en el GP de Buenos Aires. Decidió retirarse meses después en el circuito de Reims, donde había debutado diez años atrás. Su secuestro le impidió participar del GP de Cuba aunque pudo competir en la Carrera de los Dos Mundos en Monza con un Dean Van Lines SP.

Luego de su retiro, fue distinguido como presidente honorario de la Comisión Deportiva Automovilista de la República Argentina.

SECUESTRO

En febrero de 1958, Fangio se hallaba en La Habana para competir en el Gran Premio de Cuba. ​ Fidel Castro, que por entonces comandaba la guerrilla Movimiento 26 de Julio en Sierra Maestra, consideró que el secuestro del automovilista sería un buen golpe publicitario y una manera de ridiculizar al gobierno de Fulgencio Batista.

Cuando Fangio se hallaba en el hall del Hotel Lincoln donde se hospedaba, un joven del comando guerrillero se le acercó con un revólver​ y le dijo: «Disculpe, Juan, pero me va a tener que acompañar». Fue subido a un automóvil en el que se hallaban otros dos hombres y permanecieron transitando la ciudad durante una hora.

Finalmente fue trasladado a un departamento donde miembros del movimiento de Castro le manifestaron que el motivo del secuestro era difundir los ideales y lucha del mismo.

La misión estuvo a cargo de Arnol Rodríguez y Faustino Pérez, luego ministros del gobierno revolucionario. Existía la posibilidad de que el régimen de Batista decidiera matar al piloto y culpar al movimiento encabezado por Castro. Para evitar eso, Fangio les propuso comunicarse con el embajador argentino Raúl Guevara Lynch, primo de Ernesto «Che» Guevara.

Ante la ausencia de Fangio, el francés Maurice Trintignant lo reemplazó en la carrera. Sin embargo, la competencia fue breve debido a un accidente en la quinta vuelta que le causó la muerte a seis espectadores y generó 40 heridos. Más tarde, Fangio diría irónicamente que «yo podría haber estado en ese choque, así que mis secuestradores me salvaron la vida».

 Luego de su liberación tras 26 horas de secuestro, el automovilista declaró a la prensa pública que «me han tratado de un modo excelente… En verdad, tuve las mismas comodidades que si hubiera estado entre amigos… Si lo hecho por los rebeldes fue por una buena causa, entonces, como argentino, yo lo acepto como tal». A pesar de ello, disputó la Copa Dos Mundos en Monza con un vehículo Dean Van Lines.

Un año y medio después, luego de la asunción de Fidel Castro, fue designado «Invitado de honor» de Cuba. En 1981, cuando regresó a La Habana en calidad de presidente honorario de Mercedes-Benz en Argentina, fue recibido en el aeropuerto por el ministro de Relaciones Exteriores, Arnol Rodríguez, y fue invitado a una reunión con Fidel Castro.

Fangio nunca demostró tener un mal recuerdo de su experiencia en 1958: «No hablamos casi nada del secuestro. Yo creo que fue algo especial, hecho por gente que tenía sus ideales y quería darlos a conocer de cualquier manera».​ El director Alberto Lecchi trató el secuestro en su película Operación Fangio (1999), con Darío Grandinetti en el rol del automovilista.

ULTIMA ETAPA

Luego de su retiro, participó en muchas carreras de exhibición mundiales, homenajes a figuras del automovilismo y en la organización de eventos relacionados con su profesión.

En 1960 llevó a cabo una exhibición en el Parque Sarmiento (ciudad de Córdoba). con un Masserati 2500 de Ettore Chimeri, con el que sufrió una salida de pista, rozó un cordón y se levantó accidentalmente en el aire sin consecuencias. Se convirtió presidente de honor del Club International des Anciens Pilotes de Grand Prix F1 en 1962.

En 1968, colaboró con ACA en la organización de la Temporada Internacional de Fórmula 2 que se realizó en Argentina, tarea que se tornaría constante durante los próximos años. Poco después, encabezó el proyecto «84 Horas de Nürburgring» para autos IKA-Renault Torino de fabricación argentina y viajó a Alemania en calidad de asesor de pilotos junto al equipo argentino.

Fue partícipe de la denominada «Carrera del Recuerdo» realizada el 17 de octubre de 1973 en el Autódromo de Buenos Aires con un Fiat Berlina 125. Ahí también participaron legendarias figuras del automovilismo como Oscar Alfredo Gálvez.

Fue nombrado presidente de Mercedes-Benz Argentina en abril de 1974 y al año siguiente, fue parte de una prueba de exhibición en Dijon con motivo del Gran Premio de Suiza a bordo de un Masserati 250F.

En el 50º aniversario del circuito de Nürburgring, Fangio participó en la Quinta Carrera Internacional de Coches Históricos de Carrera y Deportivos, denominada «Desfile del Recuerdo», con el Mercedes-Benz W196 R.

En 1979 incursionó en el circuito inglés de Donington Park en ocasión de un evento organizado por la Fundación Gunnar Nilsson.

Luego de correr en el Rally de Bruselas en 1981, participó a bordo de un Chevrolet TC en el Gran Premio del Recuerdo, una caravana realizada en 1983 por el centro de la ciudad de Buenos Aires para aportar fondos al Patronato de la Infancia y a la Asociación de Ayuda al Menor de la Provincia de Buenos Aires.

Fue designado presidente honorario de Mercedes-Benz Argentina en 1987, única distinción otorgada en su historia por la fábrica alemana, y ejerció el cargo hasta 1994.

Fangio se convirtió en presidente de la Fundación Renault en 1990 y continuó realizando apariciones públicas especialmente en carreras de exhibición internacionales hasta que su salud comenzó a deteriorarse. Realizó su última competición en la Isla de Cerdeña en 1993 a bordo de un Alfetta 159 en compañía de otras figuras de su época. ​

En diciembre de 1970, sufrió un grave ataque cardíaco y en 1981, luego de realizar una exhibición con un Mercedes-Benz 300 SLR en Dubái, tuvo una indisposición cardíaca. Fue sometido al año siguiente a una intervención quirúrgica en la cual el doctor René Favaloro le implantó cinco bypass.

A fines de la década de 1980 fue diagnosticado con insuficiencia renal crónica y en 1992, fue operado para extraerle un tumor benigno de los riñones. Padeció una infección intestinal en 1993 en Stuttgart, por lo que debió ser internado.

A fines de ese año debió ser ingresado nuevamente por quince días en la Clínica Mater Dei a causa de una hipercalcemia sanguínea.

En sus últimos años debía someterse a tres sesiones semanales de diálisis a cargo del doctor Roque Sala al mismo tiempo que comenzó con una progresiva pérdida del conocimiento y problemas motores derivados de sus anteriores patologías.

Luego de una internación de urgencia en enero de 1995, ​ se recluyó en su vivienda de Palermo Viejo, donde continuó con el tratamiento y abandonó prácticamente todas sus apariciones públicas.

El 14 de julio de 1995 padeció una insuficiencia respiratoria con exceso de flemas que motivó su internación en la Clínica Mater Dei, donde fue diagnosticado con bronconeumonía.

Dos días después tuvo una crisis respiratoria y su diagnóstico se agravó el 17 de julio cuando sufrió una descompensación en su estado de salud que hasta ese entonces se mantenía estable.

FALLECIO A LOS 84 AÑOS

Luego de su deceso, el presidente Carlos Menem dispuso el Salón Blanco de la Casa de Gobierno para su funeral. El presidente de la FIFA, Joao Havelange, expresó sus condolencias y Jackie Stewart, tricampeón mundial de Fórmula 1, decidió viajar para las exequias.

Posteriormente sus restos fueron trasladados para un nuevo velorio en la sede central del Automóvil Club Argentino y otro en el Museo Fangio para luego ser finalmente colocados en el panteón familiar del cementerio de Balcarce. ​

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