Esteban Malfatto es productor agropecuario y aeroaplicador oriundo de la ciudad bonaerense de Bragado que junto a su padre, Walter Malfatto, desarrollan la actividad del agro dentro de la Federación Agraria Argentina y a partir del presente que atraviesa el sector con las medidas que tomó el Gobierno de Alberto Fernández para con el campo decidió confeccionar un proyecto de Segmentación del Derecho de Exportación en Cereales y Oleaginosas donde de tiene en cuenta la situación de los contratistas rurales y la necesidad de políticas públicas diferenciales.

INTRODUCCION El presente proyecto, tiene como iniciativa, demostrar al P.E.N, la necesidad de e valuar la instalar un sistema de segmentación de los derechos de exportación, que permita la continuidad de los pequeños y medianos productores, y que a su vez resulte más justa y equitativa. Por otra parte, se intenta también, sostener las economías del i nterior del país, principalmente la pampa húmeda en la que existen miles de productores, que laborean menos de 500 hectáreas y que poco tienen que ver con los grandes sojeros, o con los pooles, cuyo negocio dista de una cuestión de arraigo y a una forma de vida. Sino que solo se trata de una cuestión financiera, de capitales golondrinas, que tanto daño le han realizado a nuestro país. Este sujeto al que se pretende proteger, no es dueño de grandes extensiones, por lo cual debe arrendar tierras, cuyos valore s equivalen aproximadamente al 30 por ciento de la producción bruta, en razón de sus volúmenes de producción le es difícil obtener precios diferenciales en la compra de insumos para encarar cada nueva campaña de siembra. En cada ciudad de la pampa húmeda, existen entre 200 y 300 productores de este tipo, cuya posibilidad de sostenerse en el mercado se vuelve inviable ante la implantación de este nuevo sistema, que a nuestro criterio, fomentará aun más la concentración de la producción, expulsando no solo a estos pequeños productores del mercado, sino también a toda la mano de obra directa o indirecta que ellos generan.

FUNDAMENTACION

SOJA Para un productor que se dispone a arrendar y sembrar 300 hectáreas, el arrendamiento de cada hectárea representa 1,4 Tn. de la futura producción, en concepto de laboreos debe invertir aproximadamente 0,6 Tn. , mientras que los insumos (semillas, fitosanitarios, fertilizantes) insumen 1,1 Tn. siempre hablando de valores en bruto, nos da un total de 3,1 Tn de inversión y si t omamos por ejemplo la zona de Bragado, cuyo el rinde promedio en Soja es 3,5 Tn. por hectárea, este productor debe subsistir con 0,4 Tn por hectárea y teniendo en cuenta que a la fecha la tonelada de soja cotiza en la cámara arbitral de rosario alrededor d e los $ 14600 por tonelada. Lo que multiplicado por 0,4 nos da un resultado de $ 1.752.000. Lo cual pareciera un número interesante. Pero al que hay que descontarle en principio un 19 % por ciento entre gastos de comercialización y transporte, lo que reduc e la suma a $ 1.419.120, que muy por el contrario de lo que muchos creen, no van directamente al bolsillo del productor, sino que deben atravesar la barrera de los impuestos nacionales, por ejemplo ganancias (35 %), lo que seguirá reduciendo la ganancia ob tenida por el productor, a $ 805.920, la cual si es dividida en 12 meses, son alrededor de $ 67.160 pesos. Un número que no pareciera despreciable, de acuerdo al salario promedio de nuestro país, pero al que aún no se le deducen, gastos de impuestos provin ciales, tasas y contribuciones municipales, como así tampoco se tienen en cuenta el salario de algún trabajador al que siempre el pequeño productor contrata. Este ejemplo es una clara muestra de que es necesario pensar un esquema diferencial para productor es por ejemplo hasta 500 hectáreas, que le permita poder continuar en el mercado y no terminar siendo víctima de los grandes productores y pooles de siembra. Vale recordar además que este productor, difícilmente gaste el producto de su trabajo fuera del pa ís, porque es claro que le resulta inviable hacerlo con los números que aquí se demuestran, por lo cual es un actor vulnerable, pero a su vez muy importante en las economías locales y al que debiera pensarse en proteger. Con la nueva alícuota resultaría in viable la continuidad de este sector a mediano y largo plazo, ya que cualquier inclemencia climática que le hiciera mermar sustancialmente la cosecha o perderla lo llevaría indefectiblemente, a, como se dice en la jerga popular, “la lona”.

MAIZ En este caso los volúmenes de siembra, en un pequeño productor resultan menores a los de la soja, porque la envergadura de la inversión es sustancialmente mayor, pero generalmente se realiza una planificación para año a año, ir realizando un esquema porcentual de poder conservar los mismos. rotación de suelos, para Tomando como ejemplo que el productor planificara sembrar 100 hectáreas anuales, analizaremos el costo por hectárea, para implantar un maíz promedio (o sea sin toda la tecnología de punta, pero batallado r y competitivo). El costo de arrendamiento se estima en 2,8 Tn. , en concepto de labores nos insume 1,5 Tn. y en cuanto a insumos (semillas, fertilizantes, fitosanitarios) ronda alrededor de las 3 Tn. lo que nos da un costo de 7,3 Tn. para la implantació n del cultivo, teniendo en cuenta que el rinde promedio país ronda los 8,5 Tn. el productor solo obtendría, 1,2 Tn de beneficio. Pero una vez cosechado tendremos que tener en cuenta que la comercialización también acarreara un 26 o 27 %, lo que representa 2,3 Tn. con lo cual lo el aparente beneficio, se transforma en resultado negativo, ya que para que la cuenta de 0 el productor debe obtener, 1,1 Tn. por encima de la media establecida para nuestro país. Por lo que el maíz representa, una apuesta a la rota ción y el desarrollo sustentable más que a la búsqueda de un resultado económico. El cual solo podría obtenerse a partir de un agregado de valor transformando el grano en proteína, pero que por otro lado no existen las condiciones para que un pequeño produ ctor aspire a una cadena de transformación de valor de ese tipo. Recordemos que aún no hemos realizado calculo alguno respecto de la cuestión tributaria, pero con los datos brindados resulta suficiente para dar por sentado que la implantación de maíz se to rna altamente inviable para el productor pequeño.

¿Por qué la soja prevalece al maíz? Como vimos en el cuadro anterior, para un pequeño o mediano productor, la inversión ante cada campaña resulta muy cuantiosa, y muchas veces priman las urgencias, en ese s entido, la soja resulta más económica en cuanto a costo de implantación y al paquete tecnológico de insumos requeridos, y en la actualidad y ante este nuevo esquema tributario, el pequeño y mediano productor ve en este cultivo casi su última y única altern ativa, ya que es la que posee algo de rentabilidad, para permitir la subsistencia del productor. Por lo cual resulta inminente realizar una evaluación por parte de la dirigencia política, para desarrollar un paquete de medidas diferenciales, que permitan a l sector sostener su competitividad, y a su vez evitar el proceso de concentración de la producción que viene sucediendo en nuestro país en los últimos 30 años.

Situación del Contratista Rural. Además de la figura del pequeño y mediano productor, o en algun os casos, estos mismos, empujados por la necesidad, o porque el mercado los ha excluido, existe la figura del contratista, quien presta un servicio determinado, ya sea de siembra, cosecha, o aplicación de fitosanitarios, a cambio de un precio determinado. Este sujeto, termina siendo una de las variables de ajuste ya que quienes concentran la producción, terminan en muchos casos, exigiendo tecnología de punta, lo que se traduce en una permanente inversión, pero a su vez, aprovechando la necesidad del contrat ista, negocian precios de labores que rara vez alcanzan a cubrir los costos para la correcta prestación del servicio contratado. Podemos observar entonces que el sistema productivo agropecuario, que parece muy atractivo y rentable, posee también, sujetos q ue se encuentran en riesgo y en estado de vulnerabilidad. Estas situaciones terminan llevando a productores y contratistas a la encrucijada de terminar fuera del sistema aun trabajando.

Situación de quienes poseen tierras Además de los dos sujetos descript os, existe también y siempre separándolos de los grandes terratenientes, aquellas personas que han dejado de dedicarse a producir, pero que poseen extensiones de tierras, pequeñas o medianas, y que han decidido arrendarlas, bajo el formato del contrato acc idental por cosecha, es decir, renovando año a año, y que obtienen de dicho contrato entre un 30 y un 40 % de la producción bruta en un año promedio en cuanto a perspectivas climáticas, sin mayores riesgos, ya que son ajenos a la pérdida o disminución de u na cosecha. Es innegable que poseen un bien fundamental para la producción como la tierra, pero a su vez muchas veces abusan de esta posibilidad, que en la mayoría de los casos ha sido recibida de generación en generación (herencia).

Nuevo esquema de retenciones Somos absolutamente consientes de la actual situación del país, y de la necesidad de contribuir, pero como podemos observar existen situaciones especiales que deben ser atendidas, para que este esquema, que por un lado resuelve la imperiosa necesida d de acumular divisas, para cumplir con compromisos asumidos por el gobierno saliente con organismos de crédito internacionales, no termine generando como contrapartida, mayor exclusión de pequeños y medianos productores y/o de contratistas rurales. Serian importante que las autoridades nacionales, revean las medidas adoptadas, y establezcan a su vez algún esquema diferencial para productores hasta 500 hectáreas, por ejemplo, es cierto y somos conocedores de que el mecanismo sería un tanto complejo, pero también es innegable que también existen medios e instrumento para que cada interesado pueda acreditar que merecedor de ese derecho, por ejemplo, acreditando superficies cultivadas, antigüedad en el desempeño de la actividad, etc. Es importante que tanto el sector, como las autoridades y la sociedad, comprendan que el entramado productivo, no es tan simple como se ha pretendido instalar mediáticamente, y que también allí existen sujetos vulnerables que han apostado año a año a producir para servir al país. Las maquinarias y vehículos, no son más que el resultado de décadas apostando al sacrificio y a estar lejos de la familia, sin vacaciones, ni fiestas o feriados, y que los márgenes económicos, tal como se plantea la nueva realidad, encienden una alarma.

Conclusiones Como podemos observar, solo hemos analizado un sector pequeño del sistema productivo, que necesita, indefectiblemente seguir produciendo, no tiene la posibilidad, de sentarse a esperar o especular, pero que a su vez debe ser acompañado por un paquete de medidas de políticas públicas, que le permitan sostener su rentabilidad, y el establecimiento de reglas claras para poder eficientizando y haciendo sustentable el esquema productivo. Como se aprecia, se ha intentado reflejar un panorama de la problemática del sector y se marca la necesidad de un tratamiento diferencial, pero no se establece ni condiciona con ninguna medida en particular, las mismas deberán surgir de un acuerdo político entre el gobierno y los distinto s actores, comprendiendo que como sociedad no soportamos otro conflicto y a su vez, que dentro de la denominada mesa de enlace, existen actores con realidades muy diversas, y que es un buen momento para practicar la solidaridad y humildad tantas veces recl amada. Ya que un único sistema de retenciones, termina en definitiva perjudicando al pequeño y favoreciendo al grande, por lo cual tratar igual a quienes por naturaleza son diferentes, termina deviniendo en un acto injusto. Petitorio Por medio de la pr esente se solicita al P.E.N a que tenga bien realizar un estudio pormenorizado de las situaciones aquí planteadas, para poder establecer un esquema segmentado de derechos de exportación (retenciones), que tienda a un aporte más equitativo del sector agrope cuario, tratando a su vez de frenar el proceso de concentración de la producción que viene avanzando durante décadas en nuestro país, buscando proteger a los sujetos más vulnerables del sistema. Resulta indispensable, en este sentido que las entidades agro pecuarias participen de este debate, en conjunto, pero reconociendo la heterogeneidad que representan, por lo cual la resolución adoptada necesitará del compromiso de todos los involucrados y de la solidaridad de todos.

ESTEBAN W. MALFATTO. Federación Agraria Bragado. CEL. (02342) 15555388

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