Una historia familiar, muy parecida a la de millones de argentinos, escrita por Jorge Alberto Esponda, integrante de la Red Nacional de Productores Autoconvocados Roldán, Santa Fe, Argentina.
Memoria de dónde venimos, quienes somos, es el resultado de decisiones de nuestros abuelos. El Tirol, norte de Italia, de donde vino mi abuelo Enrique Colleselli, en 1925, ¡ya hace 99 años!
Llegaron invitados por La Constitución Nacional de 1853, para trabajar, producir, tener la tierra propia, Libertad y Paz.
Mi abuela Marina Pessot Nadal, llegaba dos años después y se casaba con Enrique Colleselli, ella había nacido en Pordenone, cerca de Venecia: Un recuerdo especial a mi Abuela Marina Pesot de Colleselli Crepatz.
Esta mujer vino de Italia a los 20 años, se casó con Enrico, como tantos en el Puerto de Buenos Aires, junto a muy pocos familiares, paisanos y amigos. Enrico, que había llegado dos años antes para conseguir trabajo y un lugar donde vivir como encargado en una estancia.
Lejos quedó la familia, los diez hermanos de cada uno de ellos, en el norte de Italia, en la región del Tirol y de Venecia.
Trabajaron muy duro en cuatro campos ajenos, a porcentaje de ventas de plantas de vivero El Tiroles, montes frutales, alquilando, haciendo plantas, sembrando y criando animales, por más de 20 años, hasta que al fin pudieron comprar 27 has propias, al fin el pedacito de tierra llegó, lo que deseaban para que sus hijos no pasen por sus penurias y pobreza, y sin futuro.
Mi Mamá, siempre recuerda los domingos a la tarde a su madre escribiendo cartas para enviar a su mamá y a sus hermanos, muchas veces hasta la veía lagrimear.
Ya tenía la abuela Marina 53 años, y sabiendo que tenía algo malo en sus pechos, quiso ver a su mamá y sus hermanos, y también el abuelo Enrico, a sus padres y hermanos, algunos habían fallecido en la Segunda Guerra Mundial en el Norte de Italia. Entonces viajaron en barco en el 60, estuvieron 3 meses en su tierra natal, fue una alegría enorme volver a verlos, cuando la mayoría nunca más volvió a su país. Y el destino quiso que dos años después falleciera teniendo sólo 55 años, yo tenía 5 años, recuerdo muy poco de ella, pero jamás olvidaré, su ejemplo de vida, su sacrificio, su entrega, se lo recuerdo siempre a mis hijos.
Cuántas historias como estas habrá en nuestras familias, solo les pido recordarlas, y contarlas a sus hijos, es valorar la vida, y todo lo que hizo grande a nuestro país.
La invitación del Preámbulo de nuestra Constitución Nacional no fue mentira!
Vinieron invitados a trabajar y producir, esa historia está viva en nosotros, sepamos recordarlo hoy más que nunca.
Feliz día a todas las mujeres, y en especial a las incansables luchadoras del campo argentino, que dan un gran ejemplo de patriotismo y coraje en defensa de nuestras familias, que son la base de un país próspero y productivo.
A principios de 1970, la situación de los argentinos era en general mucho mejor que en Italia, España e incluso similar a Estados Unidos, y muchísimo mejor que media Europa, sometida por el Comunismo; cayó el Muro de Berlín, y hoy ver a esos países que en solo 35 años lograron progresar y nosotros todo lo contrario.
Pordenone es una ciudad italiana, capital de la provincia homónima, perteneciente a la región de Friuli-Venecia Julia. Ubicada en el noreste del país, cuenta con una población de 52 344 habitantes, según datos de 2024.
¿QUE NOS PASO?
Hoy nos mienten tanto que nos robaron los sueños de varias generaciones, que hicieron grande a nuestra patria.
Son solo delincuentes, que con las mentiras instalaron el miedo y el desconcierto, solo para robar y usurpar todos los poderes de nuestra Argentina.
Hace sólo 10 meses que tenemos un Presidente de Argentina que quiere recuperar el rumbo perdido, no lo dejan, está muy difícil salir de esta crisis socio económica, y de valores que fueron lo que hicieron grande a la Argentina en el mundo, otra vez el mundo nos está mirando, como un hermoso país con un potencial enorme, su gente sufre, por tantos desaciertos y fracasos, es momento de lograr progresar y vivir con dignidad. ¡Dios nos ayude!
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