IMÁGENES: PALITO HALIASZ
EL PROVINCIAL EN LA 46° FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE BUENOS AIRES
En este nuevo libro, de la editorial CICCUS, Pérez Esquivel, relata parte de lo que han sido sus vivencias personales en lo que él muestra como “su mundo”, la casa construida en el bajo San Isidro y otras que desarrollo en otras partes del planeta como referente internacional de los Derechos Humanos.
En la presentación del libro estuvo el Secretario General Adjunto de ATE, Rodolfo Aguiar, quién en la bienvenida destacó la octava presencia consecutiva de ATE en la Feria del Libro. “Desde que arrancó la feria venimos desarrollando una intensa actividad que es un orgullo para ATE y sus 316.000 afiliadas y afiliados de todo el país”.
La presentadora del evento, Stella Calloni, destacó que “cada acción de Adolfo es un ejemplo de humildad”. En ese marco hizo una breve composición de cada relato que allí aparece: el recuerdo de Nicaragua, el acompañamiento a mujeres y niños en un refugio en Irak, la guerra entre Ecuador y Perú y lo sucedido allí con pueblos originarios que no conocían de fronteras y fueron divididos por los intereses de otros y que dicho por Calloni “eso ningún político lo contó”.
También esos relatos reflejan al Pérez Esquivel y la casa que construyó en el bajo San Isidro o los viajes a la islas del Tigre donde confraternizaba con lugareños y pescadores. “Fuera de su actividad por los Derechos Humanos, Adolfo es un gran contador de vivencias. Eso lo impactaba”, agregó del premio Nobel, en quién reconoció a un gran artista plástico y excelente pintor.
A su turno Pérez Esquivel interiorizó los relatos que aparecen en su libro. “Son las cosas que yo viví y a las que necesitaba darle un sentido literario y no cronológico”, explicó. Y sobre esas semblanzas, agradecimiento a ATE mediante porque “siempre me abrió sus puertas y apoyó mis acciones”, avanzó en una anécdota sobre los leones de Cutini, un hada en Nueva York, sus huelgas de hambre en las minas de Bolivia y el Capitolio americano, y el bajo San Isidro, cuna de muchas historias. “De eso se trata mi libro y su título, de la otra mirada que tenemos ante la vida”, dijo.
Pérez Esquivel se considera un “sobreviviente”, no sólo porque lo fue de los llamados vuelos de la muerte en plena dictadura, también por las cosas que le ha tocado vivir. “Una vez viajamos dos mil kilómetros en pleno desierto desde Amman a Bagdad. Esto lo relato en el libro, más de 600 niños masacrados y que ningún medio lo contara. Conocimos la calidad humana de los médicos de Bagdad. Llevamos agua, un cargamento más que simbólico en medio de tantas necesidades y entender como el agua vale más que el oro y el petróleo”.
“De eso se trata la otra mirada”, repite Pérez Esquivel para darse pie en el relato sobre su presencia en la Cordillera del Cóndor, la guerra entre Ecuador y Perú, “donde hay pueblos indígenas que viven hace miles de año y no conocen las fronteras, sino que se las imponen”.
Es en esa línea de los intereses políticos que atraviesan el mundo que dirá que “hay que entender que para mantenerse en el poder unos sacrifican a otros, y ese poder es el resultado de tantas invasiones en América Latina, la deuda que se genera, la pobreza creciente: el dominio de unos sobre otros”.
Para cerrar Pérez Esquivel subrayará que “debemos definitivamente entender que la democracia no se regala, la democracia se construye, como también construye la paz”.
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