En DEL CAMPO A LA MESA (www.todoagro.com.ar) por EL PROVINCIAL el ingeniero agrónomo Ricardo Díaz destacó: «El principal desafío será que el clima acompañe durante el período de arrancado y cosecha que es cuando el cultivo está más expuesto. Después vamos a tener un carryover por un excedente de cosecha sin exportar cuando llegue mayo y empiece a exportarse la cosecha nueva, con lo cual el volumen para vender va a ser bastante alto. A pesar de esto siempre se ha vendido todo el maní producido, el 75% del mercado europeo es de argentina y el consumo aumenta todos los años».
Producto de la baja del precio internacional de la soja, la caída de la superficie maicera por el efecto chicharrita, el valor de los alquileres y el mejoramiento genético que permitió su expansión hacia nuevas regiones productivas, la superficie manisera para la campaña 2024/25 es la más grande de la historia.
La superficie sembrada con maní alcanzó un nuevo récord histórico en la campaña 2024/25 y se debe a una combinación de factores económicos, climáticos y tecnológicos.
Uno de los principales impulsores de esta expansión es la baja del precio internacional de la soja, que llevó a los productores a buscar alternativas más rentables. Además, la caída en la superficie destinada al maíz, provocada por los efectos de la plaga de la chicharrita, también liberó tierras para otros cultivos. En este contexto, el maní se consolidó como una opción atractiva gracias a su buen desempeño en mercados internacionales y a la mejora en las condiciones de producción.
Otro factor clave esel valor de los alquileres rurales, que ha influido en las decisiones de los productores.En muchas regiones, el costo de los alquileres resultó más compatible con el cultivo de maní que con otros cultivos tradicionales. Esto, sumado al mejoramiento genético que ha ampliado el área apta para su siembra, permitió su expansión hacia nuevas zonas productivas, más allá de las áreas tradicionales de Córdoba.
El mejoramiento genético también ha jugado un papel crucial en este crecimiento, incrementando los rindes y la adaptabilidad del maní a condiciones climáticas y de suelo más diversas. Estas innovaciones han hecho que el cultivo sea más competitivo y viable en regiones donde antes no era posible su desarrollo.
Con esta expansión histórica, el maní se consolida como un cultivo estratégico para el país, no solo por su aporte al desarrollo rural y la diversificación productiva, sino también por su rol en las exportaciones. Argentina es uno de los principales exportadores mundiales de maní y este récord podría traducirse en mayores ingresos para el sector agroindustrial.
La campaña 2024/25 promete ser un punto de inflexión en la historia del maní argentino, reforzando su posición en los mercados globales y consolidándolo como un pilar fundamental de la economía agropecuaria del país.
Una oportunidad que implica una mayor ganancia pero mayores costos
Es importante destacar que, por su forma de producción (el maní entierra sus frutos bajo la tierra y para cosecharlo hay que arrancarlo rompiendo parte de la estructura del suelo) se recomiendan rotaciones largas con gramíneas en siembra directa e implantación de cultivos de cobertura para su producción sustentable; con lo cual, el costo de oportunidad es una variable muy importante.
En su ciclo completo de vida, el cultivo requiere unos 550 milímetros para alcanzar su mayor potencial de producción. En algunas regiones destinadas al cultivo, esa marca posiblemente se alcance antes de fin de año, con lo cual, toda la humedad posterior que reciba el maní puede traducirse en una mayor presión de enfermedades foliares como Viruela o Sclerotinia, incrementando el uso de fitosanitarios y la cantidad de aplicaciones.
Un mercado estable con precios firmes
Pese al aumento de superficie, estimado en un 10%, los mercados internacionales parece dar luz verde al maní argentino ya que, en comparación con los precios de otros cultivos como maíz, soja, algodón, trigo y arroz, que han registrado importantes bajas, los precios del maní se mantienen.