Leonardo Conti, triatleta de Quequén Necochea, quien no sólo se destaca tanto en lo deportivo sino también en la faceta solidaria -realizando su actividad con mucho compromiso social-, dialogó en el programa ‘Camino Ultra Vida’ con el ultramaratonista Horacio Tellechea y el periodista Agustín Betancor, a través del provincial.com.ar, donde dejó reflexiones muy profundas, entre ellas, la de perdonar y estar liviano en la vida para ponerse al servicio de los demás.
A lo largo de su testimonio en el programa de los ultramaratonistas que comparten sueños, Leo Conti puntualizó en dos personas que le marcaron quién hoy es actualmente: Diego Morano, colega que lo alentó a que empezara a realizar triatlón, y el juez y activista Mario Juliano –fallecido hace unos meses- quien desde Pensamiento Penal llevaba adelante varias causas solidarias, fusionando el deporte con el bien común.
“Tenía un gran amigo, Mario Juliano, con quien empecé a hacer cruzadas solidarias, y él me decía ‘Leo trata de buscar tu mejor versión, y eso trato de hacer todos los días para darle una mano a la gente, sea poco o mucho en lo que pueda ayudar”, señaló, para contar respecto a su inicio en el atletismo que “comencé corriendo triatlón por un gran amigo, Diego Morano, a quien conocí en la playa y me dijo por qué no empezaba a entrenar triatlón, así que empecé a entrenar, corrí mi primera carrera triatlón short de corta distancia y me gustó. A la semana me enteré del campeonato argentino de larga distancia en Chajarí, donde fui con cero experiencia y con toda la expectativa de ver lo que era un ironman. Fui con la esperanza de al menos llegar, sabemos que son 3800 metros nadando, 180 kilómetros en bicicleta y 42 kilómetros a pie, y yo jamás había corrido una maratón, así que para mí en ese momento era imposible de lograr, pero cabeza y corazón es lo que sobra, y se hizo… terminé 7mo en la carrera y salí campeón argentino en mi categoría, lo cual repercutió mucho porque cuando volví a Necochea al mes unas empresas me dieron su apoyo para que corriera en Brasil”.
Leonardo aseguró que siempre fue alguien vinculado al deporte, pero en el triatlón encontró su gran amor. “Esa fue la manera de ir alimentando un poco el deporte, que siempre me apasionó, ya que he practicado de todo: fútbol, básquet, tenis y hasta rugby, hasta que llegó el triatlón, que me enamoró y sigo hasta el día de hoy”, y aseguró que le encanta tanto la parte del ciclismo como nadar en aguas abiertas y correr. “Lo que me pidas de las 3 disciplinas me encanta”.
No obstante, Leo reconoció que una vez que ingreso al mundo del ‘tría’ su vida y hábitos cambiaron por completo. “Cuando vas a correr un ironman te levantás a las 4 de la mañana, desayunás y salís a pedalear 3 o 4 horas, volvés y comés adecuadamente: comidas si sal, sin azúcar, no hay tucos ni fritos, es una comida totalmente balanceada. Luego en un segundo turno son 10 o 15 kilómetros de correr y a la noche a nadar o al gimnasio, es así… cuando uno entrena para un ironman hay algo que es muy importante: el acompañamiento de la familia, ya que el tiempo para preparar eso es tiempo completo, si es que lo tomás de una forma profesional”.
“Te cambia la vida completamente, incluso ahora hay momentos donde no estoy entrenando, pero no puedo comer otra cosa que no sea sano”, acotó, pero aseguró que realmente vale la pena, “porque te educa, te forma una conducta de vida y te genera valores… toda la gente tiene que tratar de que sus hijos practiquen deporte, que te da la chance de ponerte un objetivo en la cabeza y cumplirlo, y si no lo lográs, volverlo a intentar. Me ha dado una conducta de vida que me encanta, porque además soy guardavidas y me permite estar en buenas condiciones”.
En cuanto al costado solidario, reveló que “la pandemia nos deja medio descolocados a todos, pero con Mario Juliano encontré la posibilidad de empezar a generar cosas para la gente y darle un nuevo sentido a lo que iba haciendo, que no sólo me reconfortara a mí, sino a la gente”. Así fue como con cruzadas solidarias de por medio corrió una maratón en su hogar, pedaleó 24 horas de corrido, recorrió 280 kilómetros del distrito de Necochea y hasta acompañó a Horacio Tellechea en el último mes de junio a completar el ‘Ultra Gaucho’ en homenaje a Martín Miguel de Güemes.
“Me siento muy reconfortado con todo lo que estoy haciendo y he aprendido mucho en estos últimos años, y estoy muy agradecido con Mario Juliano, que antes que nada me enseñó a perdonar, y perdonar no es fácil, pero él me enseñó eso y cuando uno se siente liviano por dentro, puede dar muchas cosas. Mario me empujó a hacer esto y dejó un legado que quiero llevar adelante”, reflexionó Conti.
En ese contexto, es que ya tiene un nuevo objetivo en el horizonte, junto al Club Ministerio de Quequén. “El próximo 25 de julio vamos a hacer los 100 kilómetros para festejar el cumpleaños del Club Ministerio y ese será un desafío solidario y la oportunidad de hacer el lanzamiento del grupo de ultramaratonistas del club”.
Sus puntales y una deuda pendiente
En su relato, Conti vivenció que “siempre digo que cuando corrés un ironman llegás y no te encontrás con nadie de tus afectos, sólo con gente que te atiende… en cambio cuando hacés una cerrera solidaria quizá corras solo, pero cuando llegás están tus afectos, y eso es lo más grande que te puede pasar”, y dentro de sus afectos marcó el apoyo incondicional de su hija y sus amigos.
En tanto, su cuenta pendiente es poder estar algún día en el Mundial de Hawaii, adonde estuvo muy cerca de llegar. “Corrí en Sudáfrica entre 1800 personas y 101 argentinos: salí 78º y fui el 2do argentino. Quedé 9no en mi categoría y me fui a dormir pensando que estaba clasificado al mundial de Hawaii creyendo que había 10 plazas, pero al otro día me desperté y sólo eran 5 plazas, el último fue el 7mo de mi categoría y quedé a sólo dos puestos. Me he quedado varias veces a la puerta y es una deuda pendiente que tengo y en algún momento lo voy a volver a intentar, porque uno es ironman cuando llega a Hawaii, sos un ironman cuando corrés el campeonato mundial, Hawaii es diferente a todo, es lo máximo a lo que uno puede aspirar”.
Más allá de su aspiración personal, todos lo que lo conocemos a Leo sabemos que no necesita llegar a Hawaii para ser un ironman, porque él es un verdadero hombre de hierro y campeón en la vida, donde no sólo muestra sus cualidades como deportista, sino su calidad de persona, poniendo su tiempo y talento al servicio del prójimo.
CAMINO ULTRA VIDA CON HORACIO TELLECHEA Y AGUSTIN BETANCOR POR EL PROVINCIAL RADIO.
Sábados a las 14:00 / Domingos a las 16:00 / Lunes a las 21:15 / Martes a las 17:00
Podes escuchar EL PROVINCIAL RADIO en www.provincial.com.ar o bajando la aplicación http://streaminglocucionar.com/portal/?p=17668