Llegamos a la I Brigada Aérea de la Fuerza Aérea Argentina en El Palomar para acompañar la partida de un avión Hércules que va a evacuar a los argentinos en Israel, en el medio del conflicto bélico. Pero al ubicarnos para dicha cobertura nos topamos con un avión que dio mucho que hablar en la política argentina de los últimos años, les diría desde los 90 hasta prácticamente la actualidad. Se trata del Tango 01 “Virgen de Luján”.
La primera sorpresa que nos causó fue que se encontraba en un uno de los laterales de la pista central con “tacos” sobre sus ruedas y visiblemente comenzando a reflejarse el deterioro por el paso del tiempo, teniendo en cuenta que esta unidad presidencial fue entregada en el mes de Julio de 1992 durante la presidencia de Carlos S. Menem y se utilizó hasta diciembre del año 2015.
Este Boeing 757 con configuración VIP, es decir fabricado a pedido no vuela, aunque al estar por espacio de algunas horas en el lugar y poder dialogar con algunos integrantes de la Fuerza Aérea y aquellos que día a día se encuentran con el avión nos comentaron que “se encienden los motores 5 minutos al mes”, pero allí está detenido permanentemente.
¿Claro en tiempos donde se discuten los Gastos del Estado nos preguntamos entre varios colegas si esta imagen es el símbolo de un estado deficitario? Unos de los allí presentes dijo: “Si gana Milei le pasa la motosierra al Tango 01 o lo ubica en un Museo Aeronáutico?”
¿Lo que si queda claro es que ese avión pasará a ser la imagen de una época política marcada por el despilfarro y la corrupción? Porque así parado como está sigue generando déficit al estado argentino.
Haciendo un poco de historia debemos mencionar que este B757-200 (variante -23A) cuya matrícula es T-01 costó 66 millones de dólares.
Posee una suite con cama matrimonial, baño con ducha y todas las griferías doradas eran detalles de lujo oriental, todo complementado con tonos en madera lustrada y asientos en color crudo, con un comedor para seis personas, el escudo nacional estampado por todos lados y hasta un sillón de peluquero donde Tony Cuozzo arreglaba el dispositivo capilar de Carlos Menem.
Cuando Fernando De la Rúa llegó al poder, quiso cumplir una promesa de campaña y no pudo, venderlo, pero no hubo ningún comprador. Los especialistas decían cuando corría el año 2.000 que, de aquellos 66 millones de dólares, valor original, no se lo podría vender a más 28 millones.
Con la llegada de la familia Kirchner al poder era común ver como se transportaba a la familia presidencial a Santa Cruz.
Mauricio Macri intentó venderlo, pero ya no estaba en condiciones de seguridad como para vuelos presidenciales y en 2016 lo retiró de la flota. Se armaron dos subastas y se lo ofreció como chatarra. Pero tampoco aparecieron compradores.
Con Alberto Fernández directamente se decidió comprar un “nuevo Tango 01”, y con el Virgen de Luján ubicarlo bajo un programa de mantenimiento de baja utilización. “Al menos una vez al mes se operan los motores a régimen de ralentí durante cinco minutos como mínimo. El sistema de combustible se testea por contaminación microbiológica y se drena el agua de sumideros y tanques de compensación«.
El flamante avión presidencial es un Boeing 757-2000 que demandó una inversión cercana a los USD 25 millones y tiene capacidad para transportar 39 pasajeros. Cuenta con una suite principal con todas las comodidades, y otros dos dormitorios de visitas que se pueden adaptar como salas de reuniones.
Nota realizada con datos técnicos aportados por el Diario La Nación y www.deavion.com.ar
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