POR MARGARITA CASAS. Museóloga sobre textos del profesor Carlos Pesado Palmieri
Para 1965 gobernaba el país el doctor Humberto Illia y se daban épocas de cambio en la cultura y la sociedad donde la juventud se descontracturaba y entre otras cosas surgió la minifalda, para bien o para mal el mundo estaba cambiando.
En materia educativa para ingresar a un Colegio Nacional había que rendir examen de ingreso y si bien por ser el estado no se usaba uniforme los varones deberían vestir riguroso saco y corbata y las niñas guardapolv1o b1lanco por debajo de la rodilla. Claro que con la aparición de la minifalda no todas hacían caso a esta exigencia.
En la materia de castellano (ahora de llama lengua y Literatura) se estudiaban las obras de escritores argentinos: José Hernández, Sábato Guiraldes, Carlos Gorostiza, por nombrar a algunos, y por supuesto Jorge Luis Borges del que precisamente el profesor Carlos Pesado Palmieri contó su paso por Lomas de Zamora.
Por ese tiempo el Intendente de Lomas de Zamora era el Dr. Oscar Bustos y había creado la Comisión de Estudios Históricos y había invitado al honorable escritor a encontrarse con Lomas para conocer algunas referencias mas de los famosos personajes que inmortalizara el, aunque no favorablemente en su conocida milonga De los Dos Hermanos. Y otras de sus milongas fueron El Títere, Jacinta Chiclana, entre otras, algunas de las cuales fueron musicalizadas por Astor Piazzolla y editado en disco y cantadas por Edmundo Rivero y la voz de Medina castro en el recitado.
El intendente lo recibió con todo su gabinete en una pequeña recepción y luego realizaron una recorrida por la zona.
En una de sus milongas Borges dice:
En el modesto caso de mis milongas, el lector debe suplir la música. ausente por la imagen de un hombre que canturrea, en el umbral de su zaguán o en un almacén, acompañándose con la guitarra. La mano se demora en las cuerdas y las palabras cuentan menos que los acordes.
He querido eludir la sensiblería del inconsolable “tango-canción” y el manejo sistemático del lunfardo, que infunde un aire artificioso a las sencillas coplas.
Esto lo escribió J. L Borges en junio de 1965
El doctor Carlos Pesado Palmieri recuerda “que al volver del recorrido con la pobre visión de la que ya adolecía el formidable poeta y escritor cruzamos la calle Sáenz y en la esquina sudeste de la misma enfrentada con el edificio municipal y la calle Azara visualizo y toco con sus manos la última casa sin ochava, lamentablemente hoy demolida, cuya propiedad era de la familia Iberra y percibimos su emoción y su comentario agradecido”.
APOSTILLAS DE LA HISTORIA CON LA MUSEOLOGA MARGARITA CASAS
Lunes 09:00 – 14:00 – 23:00
Miércoles 08:00 – 14:00 – 18:00
Viernes 09:00 – 15:00
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