El femicida Ricardo Alberto Barreda falleció esta tarde a los 85 años. Sus crímenes serán recordados como un ejemplo de falta de empatía y frialdad, rasgos que lo convirtieron en un triste ícono de la violencia doméstica.
El odontólogo -que en 1992 asesinó a sus dos hijas, su esposa y su suegra en una casona de La Plata- estaba internado desde el 10 de marzo en el Hogar Del Rosario de José C. Paz en el oeste del Gran Buenos Aires. Tenía problemas de próstata y una fase inicial del mal de Alzheimer.


El 15 de noviembre de 1992 Barreda asesinó a balazos a su esposa Gladys McDonald (de 57 años), a su suegra Elena Arreche (de 86 años) y a sus dos hijas Cecilia (de 26) y Adriana (de 24).
Tres años después, fue condenado a condenado a cadena perpetua por el cuádruple homicidio pero en el 2008 fue beneficiado con prisión domiciliario.
Tenía buena conducta y era mayor de 70 años. Sin embargo volvió a la prisión ya que salió de su casa para, según su testimonio, ir a la farmacia.
El 11 de febrero de 2011, el beneficio de prisión domiciliaria le fue devuelto. Pero en marzo de ese mismo año volvió de su casa por lo que perdió el beneficio. No obstante, días después volvió a su casa para continuar con la condena.
El Provincial es una realización de Proa Al Futuro Radio, Marcelo Muchi y Ricardo Ferradas.